jueves, 28 de junio de 2007

EXTRA- EXTRA


Hago un alto en las transmisiones de mi estado psicópata-feliz.
Informo un insomnio que no se muy bien de donde proviene, es sin motivo aparente, aunque de fondo lo hay, solo que estoy tratando un poco de hacerme la tonta.
Sigo buscando esa incomodidad a la que aprendí a aferrarme tanto, tengo una cabeza que da espacio para todas las dudas posibles y las imposibles, y derroche de imaginación cancerigena.
Me raspa el cuerpo, es un estado como tocar cosas ásperas, cosas secas con las manos secas, como los guantes blancos de dentista, como los pizarrones de tiza.
Que se secan las manos y la garganta.
Soy el auto de atrás en el camino de tierra.
No he querido dar espacio a todas las pesadillas.
Soy el angelito del canal 13 haciendo sonar los zapatitos.
Soy adicto- dependiente de la malformación que tengo en el alma.
Me devoré cincuenta veces esta semana de días lindos.
No se a cuantos ambulantes se habrá llevado la cana, yo vi a uno.
Perdí la falta de sueño, escribir se vuelve difícil, tengo la luz apagada y hoy día ni siquiera ladran los perros.

martes, 26 de junio de 2007

(de ese teatro tan distante de mi)




Que difícil es escribir cuando somos felices, cuando nos pasan cosas buenas y lindas.
Pareciera que desde la pena, el dolor, la angustia, sea la emoción que sea pero dentro de esa área, soy capaz de encontrar mas palabras, mas precisas, mas reales.
Por ahora me queda aislarme por un tiempo del proceso de escribir y dedicarme un poco a lo que me llama la atención ahora. El teatro me esta llenando el día, las noches, las angustias, declaro que de alguna forma he vuelto a ser lo que en la práctica no he sido nunca.
Tengo metido en la cabeza el centro de santiago todo el día, me he vuelto ambiciosa y creo que esta bien.
Hay cosas que no me interesa explicar, pensemos que el momento de ahora, es ahora, y estoy en un lugar que me mantiene despierta, psicópata, insomne y feliz.
Dentro de esta instancia si es agradable no poder dormir.
Tengo la boca llena de palabras sin sentido, con sentido, y sin importancia.
Soy la misma de siempre, solo que ahora soy conciente de eso.
Y ya ni siquiera me pienso la frase final.

domingo, 24 de junio de 2007

Gracias por nombrarme como la mejor sinestesia de tu día, un acorde MI amarillo, y por buscarme entre la multitud para decírmelo, arrebatado y desconocido, y por preguntar… tu conoces la sinestesia? , perdona si hablo incoherencias, pero estoy seguro de que tú lo vas a entender.
Gracias, por hablar del olfato, de la memoria, de la música, de la fotografía… y de evocar.

viernes, 15 de junio de 2007


Hay fenómenos que ocurren en las piezas a luz media, o con luz de pleno día, o noches sin luz.
Las camas estrechas obligan a dormir mas juntos, brazos entremedio de cinturas ajenas, que ya no son tan ajenas, piernas que se entrelazan, corazón fuerte latiendo en una espalda suave.
Sábanas enredadas, conflicto entre las pieles y las frazadas, pies pequeños y manos grandes.
Vientres fríos que se van poniendo tibios, silencio.
Los secretos que te cuento mientras te finges dormido, y la dependencia de despertar siempre, porque hay un siempre.
La vergüenza tierna de comenzar a desvestirse en los primeros encuentros, y la triste lentitud para vestirse en los últimos.
Y de esos besos dormidos, que siguen siendo besos por horas, porque quedan tantos, infinitos, para la espalda, los brazos, el cuello, orejas tímidas y sensibles.
El pelito lindo bañando la almohada, no hay espacio para la belleza disfrazada. Es lindo porque lo es.
Dejando en la cama algo mas que el amor de un día. Y de muchos días.
Aprendiéndose la ropa que esta debajo de la ropa, eligiendo las favoritas.
De las favoritas me quedo siempre contigo cuando estás sin ellas.
Todo para después dormirse, abrazados en la cama chica, respirando cerca, él afirmándola con la actitud de pertenencia, ella pensando que la cabeza de él puesta en su pecho, le permite escucharle su corazón, la confesión mas sincera que tiene para decirle sin decirle…. Lo que él ya sabe desde hace tiempo.
A veces se vuelven infinitos.
Y muchas veces han dejado de serlo.
Los ojitos lindos brillantes.
Y los peldaños de la escalera vacíos.



jueves, 14 de junio de 2007

es esto


Me estoy viviendo lo que me pasa hasta que lo desintegro, como una pieza musical, separo cada nota, siento cada una de ellas en su conjunto, luego en su belleza individual, hasta llegar al dolor, o probablemente acto seguido al llanto.
Demasiado racional con las cosas que no hay que serlo.
Me esta costando cada vez mas encontrarme la razón.
Me volví más insomne que nunca, me cuesta dormir.
Cuando imaginamos a alguien sufrir, lo vemos en pijama, con el humo de varios cigarros impregnado en el pelo y en las ropas, un cenicero repleto en el velador al lado izquierdo de la cama, algunos vasos vacíos, concepto de teleserie bien incorporado en nuestros juveniles cerebros, terminamos por creer que es así como se sufre.
Entonces, cuando no es así, cuando los días siguen, y vamos a trabajar, seguimos comprando cosas, haciendo la cama, tomando café, acordándonos mas de lo que creemos, y pese a sentirnos incómodos en nuestros pequeños cuerpos nos terminamos sintiendo profundamente conformes con la decisión que hemos tomado para nuestras vidas, algo ubicado quizás en la nuca, o cerca del pecho, del estomago incuso, podría gritarnos que estamos probablemente equivocados, sin embargo nosotros, débiles seres egocéntricos, seguimos encontrándonos la razón.
Por eso, cuando vemos que seguimos, haciendo lo que siempre hemos hecho, algunas variaciones en la forma quizás, nos sentimos poco exclusivos, nuestra pena es igual a todos los días del año, a toda la gente que corre para almorzar en 45 minutos, nadie, o casi nadie se detuvo. Se sufre sufriendo, en el aguantarse la pena y los gritos en los lugares públicos, en el aguantarse.
En creer que poéticamente he gritado mas de una vez, mas de alguna declaración.
En el recorrido que inicie hace un tiempo, estoy terminando de desintegrar los últimos recuerdos.

domingo, 10 de junio de 2007

NADA


Nos vamos olvidando de todo, de a poco, no hay otra forma. Pero lo logramos, y nuestros pensamientos se vuelven mucho más concretos, y bordeamos entre el delirio y la realidad, entre ver la calle como si estuviéramos drogados, y no ver nada.
Bordeando el miedo y la sinceridad.
La piel se va poniendo más gruesa, nos seguimos recortando el pelo cuando crece demasiado, seguimos.
Y nos cruzamos por el metro como protagonistas de nuestras penas. Como si todo el mundo lo supiera de antes.
Vamos filmando nuestros días por encima de nuestras cabezas.
Nos olvidamos para acordarnos.
Y lo peor de todo, es que nunca más volvimos a entender nada. Ni porque lo hago, ni menos porque lo dejo de hacer.
Y nos vamos encontrando en cada vuelta de cada esquina, y no nos encontramos más.
Y seguimos inflando globos como imbéciles y se siguen reventando.
Y los niños siguen hablándome que algún día alguien me podría decir mamá… y no me quedan nombres para tantos hijos muertos.
Demasiado conciente de todo lo que hago, me he ido enfermando de mi misma, y de esa obsesión horrorosa de pensar en todo y de no hacer nada.
Soy cuento conocido, predecible hasta lo último.
El cáncer se va poniendo intolerable, como todo.
La música me aspira el alma.
Hace frío en junio y en mi cama.

viernes, 1 de junio de 2007

Martes




Al final ya ni siquiera se que escribo, todos los martes a las 3 de la tarde me veo obligada a hacer un viaje profundo hacia mi, camino por la misma calle, y para variar como palabra recurrente, fumo.
Me es imposible ofrecer una imagen de mi sin explicar esos pequeños detalles quizás que sirven un poco para imaginar, si es que a alguien le interesa imaginarme.
En lo posible camino escuchando música, en lo posible por la vereda derecha, con el audífono bueno al lado por donde pasan los autos.
Definitivamente hay cosas que no se pueden evadir, hay cosas….
Caminar lento se asimila tanto a pasar los dedos por las teclas tristes de un piano viejo.
No se porque será que las noches siempre son mas tristes que el día, no la verdad no siempre, hay días muy tristes. El punto es que cuando yo dormía en otra casa (cuando niña) las noches eran terribles, me imaginaba que pasaría si ese día justo moría alguien de mi familia y yo que estaba lejos… ahora tienen algo de eso, pensar en el día y llorar en la noche. No son todas las noches.
Algunas.
Y porque? Porque lo real es muy difícil, porque es asqueroso, porque finalmente yo no soy lo que soy.
PORQUE TODOS MENTIMOS.
La desilusión es de las cosas más dolorosas. Si alguien no lo sabe, tengo la certeza absoluta de decir que conozco el dolor en varias de sus formas. Y sé también que faltan varias más.
Lo hermoso, siempre es mentira. No todo el tiempo, pero termina siéndolo.
Es tan fácil hablar desde lo real.desde el lugar donde no me gusta estar.
Muchos hablan que el actor debe buscar en la vida y en el escenario, la incomodidad.
Parece que desde ese punto, dentro de la mentira, podemos decir por un momento la verdad.
Por ese momento me quedo aquí.
Y no en otra parte.