jueves, 24 de mayo de 2007

Ayer





Es peor cuando después de todo, lo único que queda es un vacío que no se esquiva,
Cuando tuvimos miedos duraderos, y las sensaciones mas cercanas posibles, lo que no se habla, pero se sabe.
Y se consume todo tan rápido, y me quedo sin alcanzar a gritar nada, ni a hablar de las pesadillas, ni las mil veces que en la calle y en las micros, y escúchame por favor, es que ayer tantas veces.
Algo pasa que me cuesta escribir hace unos días.
Nunca antes.
Me gustaba tanto llorar,
Ya no.
Miento, si me gusta llorar, casi a diario, a veces podría ser incluso más de una vez al día.
Pasa que escribo todo lo que puedo y sigo sintiendo que aun no logro decir nada.
Estoy llena de energía, contención, si.
Ayer lastarria, lleno de gente linda y mi acompañante estudiante de sociología, hablando de lo que se esconde en los que vienen a tomar café. A tomar café aquí.
Con ella encontrando los mas asquerosos preciosos personajes.
Y yo de abrigo blanco, botas negras, me devore la calle como si fuera la ultima vez.


miércoles, 23 de mayo de 2007

hoy día


Me tomo el pelo, lo suelto, hacia atrás, hacia algún lado, me refriego los ojos, me pongo calcetines en los pies helados, me fumo un cigarro, apoyando la cabeza en la baranda, mirando hacia adentro de mi casa, hacia adentro de mi.
Pongo la música de mi pieza bien fuerte para que se escuche por la ventana.
Tarareo un par de canciones tristes, y huelo todo.
Olor de invierno venidero, de frío, de lágrimas, tuve un personaje que hablaba de lo olores, y la duda de si las lágrimas huelen o no.
Quizás no huelen pero suenan….
Y todo huele, olor a casas y estufas, el olor de las almohadas, de los pijamas, los días otoñales con sol, los libros, el mío, que ya no es tan mío.
Los olores marcan todas las cosas, al menos yo tengo una memoria olfativa vehemente, es como la conciencia, no admite errores, lo registra todo….
La memoria es una mierda maravillosa.
Los olores, la memoria, ayer.

jueves, 17 de mayo de 2007





Crecí del polvo, forre la niñez igual que mis cuadernos, marqué los lápices y los perdí todos, incluso los que habían sido de mi abuelo.
Los otros, los otros miran, los otros dicen y opinan, nosotros,…yo, me callo.
Si seguimos hablando de hojas que se caen, de plazas solas, de niños que ya no son niños, y de mí que ya no prometo hijos….
Nos terminamos aburriendo, hablemos de lo lindo que es mentir.
De lo asqueroso que es, y de lo cotidiano que es.
Hablemos de los ojos grandes y de los chicos, de las pieles suaves y las profundas, hablemos de lo que no hablamos nunca, de lo que no vamos a hablar nunca tampoco.
Volvamos a manosear a todos los poetas que han sentido angustia alguna vez, a todos los poetas que mienten, que sueñan y se suicidan.
Hablemos de coleccionar cosas, hablemos de la puta dedicación con que guardamos la niñez completa, la adolescencia completa y la adultez debajo de la cama.
Y sigamos mintiendo como hasta ahora.... si es verdad que no queremos hablar del suicidio, del poeta, de la niñez ni los cuadernos.
Saltemos en la terraza hasta que se caiga, y los escupos, bien decididos, bien hacia el frente.
Volvamos a mentir cuando hablemos de los siempre y de los nunca.
Y de la ternura, desde la nariz hasta los ojos, desde las manos hasta la espalda, desde unos ojos, hasta los otros ojos. De la mano ella en el pelo él.
O de las lágrimas, las de siempre, las lejanas bien lejanas, las de mentira, las tibias y las suicidas.
O mejor de la pena de escribir sin decir nada, o la de llorar sin escribir, o la de esperar sin gritar, o la de sorprender a nadie, o la de mentir (nos) , o las de siempre y nunca…
Hablemos de lo que a nadie le importa, de lo individual, de lo perfecto, de lo único, de lo irremplazable, de lo defectuoso, de lo propio y de lo ajeno.
Vuelvo a mirar las mismas mierdas de hojas, al mismo portero, el mismo reflejo, la misma lluvia que no llega nunca, los mismos lápices de niña, y las mismas mentiras ahora menos inocentes.

miércoles, 16 de mayo de 2007

de lo ultimo


Dos semanas sin romper un cuaderno, tengo todas las palabras juntas, y no significan nada, hay canciones que ya hablaron tantas veces lo que pude haber dicho yo, a nadie le parece nuevo el detalle que tengo en vista, muchos lo han visto antes, muchos los lloraran después, hay cosas que no existen y sin embargo parecieran tan reales, casi las podemos sentir, ahora hablo solo frases sueltas, líneas rotas, canto desde la vereda, y miro la ventana de cada cárcel, mas sintiéndome dentro que fuera, tengo una amiga que esta buscando una ciudad para tanto brillo, es esto lo que me gusta, que lo asqueroso y lo hermoso bailan juntos, y la cuidad que soy capaz de ver, hace que una cosa derive a la otra, y están tan relacionados, las luces, los gritos, vasos quebrados, mujeres buscando hombres, hombres buscando mujeres, de repente entre medio puede que dos se miren mas de alguna vez, es que los instantes lo hacen todo…. y si cantamos?, quizás eso calme todo, calme la infinita calma que no se mueve, calme los desastres, calme el recuerdo del centro de santiago anoche, lleno de muñecas gigantes que alguna vez caminaron por ahí, lleno de copas de vino robadas, y coqueteos adolescentes, sin principio, sin final, es el instante, que a veces domina todas las situaciones, al otro día, no importan nada, como el resto de las notas sueltas, de la partitura rota, de la guitarra con 3 cuerdas, de los abrazos en las micros, hay cosas que no se pueden evadir, son tan invasivas , que no queda mas que vivirlas, no quisimos nunca y nos paso siempre…