
Es peor cuando después de todo, lo único que queda es un vacío que no se esquiva,
Cuando tuvimos miedos duraderos, y las sensaciones mas cercanas posibles, lo que no se habla, pero se sabe.
Y se consume todo tan rápido, y me quedo sin alcanzar a gritar nada, ni a hablar de las pesadillas, ni las mil veces que en la calle y en las micros, y escúchame por favor, es que ayer tantas veces.
Algo pasa que me cuesta escribir hace unos días.
Nunca antes.
Me gustaba tanto llorar,
Ya no.
Miento, si me gusta llorar, casi a diario, a veces podría ser incluso más de una vez al día.
Pasa que escribo todo lo que puedo y sigo sintiendo que aun no logro decir nada.
Estoy llena de energía, contención, si.
Ayer lastarria, lleno de gente linda y mi acompañante estudiante de sociología, hablando de lo que se esconde en los que vienen a tomar café. A tomar café aquí.
Con ella encontrando los mas asquerosos preciosos personajes.
Y yo de abrigo blanco, botas negras, me devore la calle como si fuera la ultima vez.